Nadie duda que estamos acabando con el planeta tal como lo conocemos, que agotamos sus recursos a una velocidad inasimilable. Y está bien que así sea. Consumimos inumerables veces más de lo que podemos producir. Siguiendo esta lógica, y sin ir muy lejos o esperar demasiado, llegaremos ansiado momento en que lo habremos todo consumido, incluidos nosotros mismos.
Por eso, el Cornelista, que desea y trabaja por la llegada de la Nueva Era limpia de Seres Humanos, se alegra ante el consumo desbordado y tiene la obligación moral de consumir sin miramientos, procurando que su consumo sea el más perjudicial o nocivo para el planeta: un consumo selectivo o no pero siempre de destrucción.
En consecuencia, el Cornelista se considera capitalista, neo-liberal militante. Y se regocija de su triunfo en el siglo pasado como sistema político-económico, frente a otros postulados desaprehendidos de la calidad innata del Ser Humano en buscar su autodestrucción. Asimismo, el Cornelismo confía y tiene fe en las posibilidades y alcances individuales, personales y domésticos de todo individuo, militante o no, en la obra conjunta que el consumo particular acerca. ¡Por un Planeta sin humanos!
Etiquetas: capitalismo, consumo, futuro, Le Cornélisme International, Teoría Cornelista
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